martes, 12 de agosto de 2008

El pato y la muerte


La forma más sutil y hermosa de explicar lo que parece inexplicable. Una calavera amigable, con pinta de niño de campo de concentración, y, muy importante, del mismo tamaño que el pato con quien comparte unos días conversando, oculta bajo unos guantes sus manos huesudas y  acompaña a su nuevo amigo hasta que cierra los ojos por última vez. Aviso para navegantes generosos: lo acepto como regalo de cumpleaños, que lo leí de pie en Cálamo (perdón, perdón) y aún no lo tengo.
Particularmente, me gusta la estética sencilla del cuento, ese fondo en blanco contra el que se recortan los personajes, la sobria gama de colores empleada en su caracterización y, sobre todo, que se retome una versión amable de la Muerte, conmovida porque a veces no le gusta nada hacer su trabajo. Desde el principio de los tiempos al ser humano le ha resultado balsámico descargar en un concepto vago el peso de su pena al enfrentarse a la pérdida de alguien querido, de ahí la tendencia a rellenar la silueta de esa idea natural del fin de la vida con la figura de un esqueleto insaciable que baila una danza macabra y viene a buscarte a casa cuando te llega la hora. Yo prefiero la imagen de la Muerte enamorada que pintó Manrique en las Coplas a su padre, a Joe Black, a Nacha Guevara en El lado oscuro del corazón y a esta muertecita del álbum de Wolf Erlbruch que parece a punto de echarse a llorar en cualquier momento .

Viva Barbara Fiore.




Título: El pato y la muerte
ISBN 978-84-934811-8-6
Autor e Ilustrador: Wolf Erlbruch
Editorial: Bárbara Fiore
Formato: 24 x 30
Páginas: 32
Encuadernación: Cartoné
Precio: 15,00 €

1 comentario:

gonzalvo dijo...

Con ese libro me pasó como con "El árbol rojo" de Shaun Tan: nada más empezar a ojearlo, se me saltaban los lagrimones... ¿recuerdas?

Bárbara Fiore tiene un gusto exquisito para editar y además anuncia en Septiembre nuevo libro de Tan.

Una gran idea este blog tuyo de los imprescindibles y ya sabes que siento debilidad por la foto del tío Julio. Es tan café con leche esa foto...