Aunque cueste creerlo, todavía hay algo más ligero en gramos que el colibrí, ese pájaro vibrante y leve: sus cenizas. Pienso que al leer El peso en gramos de los colibríes y Cenizas no resulta difícil trazar una línea de continuidad en el proceso de desintegración experimentado por los personajes que nutren de forma recurrente los cuentos de Calcedo. En ambos volúmenes aparecen vendedores de seguros o de pisos que habitan el mundo igual que si fuera un hotel de paso, amas de casa que arrastran su esterilidad o su alcoholismo como cadenas invisibles. Vidas en gris, seres que se encogen de hombros y cumplen con los actos de su existencia una rutina, un ceremonial diario, insoslayable.
Pero mientras que en El peso en gramos..., esos hombres que se suben a sus coches y juegan a ser libres o esas mujeres casadas que apuran en la mañana un trago clandestino en la taza del desayuno, siguen viviendo cuando la cámara deja de reparar en ellos, en Cenizas el lector toma conciencia de que su naturaleza insignificante se ve amenazada ya por un evidente proceso de acabamiento y de que corren un evidente peligro de quiebra, de cierre por derribo. Los triunfos cada vez son más irrisorios, más precarios. A uno de los protagonistas se le agota incluso la esperanza de poder enamorarse de la camarera que les sirve el café cada mañana. Otra volverá a encontrarse un domingo por la mañana en que sale a buscar pasteles para su familia con un amor de juventud, completamente trastornado y en un entorno tan poco proclive al romanticismo como un todo a cien regentado por orientales Un tercero caerá en la emboscada humillante a la que le expone una sombra del pasado por un exceso de confianza en sus ya fenecidas posibilidades como seductor maduro.... En este libro la locura y la derrota ocupan un lugar preeminente, y alcanzan con certera puntería los impermeables grises de los personajes. Calcedo teje historias que mezclan el desaliento, la amargura contenida, y filma aplicando su propia versión de la lente neorrealista al hombre moderno, de suyo tan poco apasionante, tan no literario, mira con detenimiento a quienes no pueden permitirse un heroísmo o una excentricidad sin enfrentarse al fracaso y al reflejo de su propia demencia. Les sigue cuando suben a sus coches (el coche, siempre el coche, tan importante para estos habitantes cero como las patas del centauro) y recorre con ellos la ciudad y sus afueras. Calcedo contempla con atención la vida de personajes cuarentones, repara en el desierto existencial de parejas a las que cada día separa cada vez más una larga jornada de trabajo, de los solitarios que conducen hacia la oficina temiendo que nunca se enamorarán o que cualquier día puede ser el último en esa empresa donde sufren el acecho constante de tiburones diez o quince años más jóvenes.
No sé hacia dónde podrán caminar los próximos libros de Calcedo, un autor de prosa sobria y reconocido prestigio que nunca termina de deslumbrarme. Creo que en los dos que hoy comento se dan paralelismos evidentes y una ligera variación, ese desintegrarse de las vidas de sus personajes que podría servir para abrir nuevas vías narrativas. Porque en cierta forma Calcedo ya lo ha contado todo sobre ellos, ese es sin duda un ejercicio que controla y el lector, al menos esta lectora, por más que no espere vueltas de tuerca o golpes de efecto en la última línea del relato, puede quedarse en el camino si cada vez que se acerca a sus páginas se tropieza de nuevo a la misma galería de seres cenicientos.
CENIZAS
GONZALO CALCEDO JUANES
EDITORIAL PRE-TEXTOS
Lengua: Castellano
Encuadernación: Rústica
ISBN: 8481918865. ISBN-13: 9788481918861
Precio:13 € ($17,61)
154 páginas.
Año de edición: 2008
EL PESO EN GRAMOS DE LOS COLIBRIES (XV PREMIO TIFLOS DE CUENTO)
de CALCEDO JUANES, GONZALO
EDITORIAL CASTALIA, S.A.
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788497401562
190 páginas
Año de edición:2005